Carlos B Fernández. El pasado 21 de marzo, la Asamblea General de la ONU adoptó por aclamación una resolución histórica sobre la promoción de sistemas de inteligencia artificial (IA) "seguros y fiables" que beneficien también al desarrollo sostenible para todos.
La resolución "Aprovechar las oportunidades de sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial para el desarrollo sostenible" (A/78/L.49), "copatrocinada" o respaldada por más de 120 Estados miembros, liderados por Estados Unidos, pide a los Estados que se abstengan de utilizar sistemas de IA que no puedan funcionar de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos o los pongan en riesgo. Por el contrario, plantea la necesidad de respeto, protección y promoción de los derechos humanos en el diseño, el desarrollo, el despliegue y el uso de la IA.
El texto destaca la necesidad de desarrollar sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial para promover, sin obstaculizar, la transformación digital y el acceso equitativo a sus beneficios, a fin de lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones (económica, social y ambiental) y de hacer frente a otros desafíos mundiales compartidos, en particular para los países en desarrollo.
La resolución no se dirige solo a los organismos públicos, sino que alienta al sector privado a que se adhiera a las leyes internacionales y nacionales y actúe en consonancia con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos.
En concreto, la resolución destaca que se deben respetar, proteger y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales durante todo el ciclo vital de los sistemas de IA. Por ello, exhorta a todos los Estados Miembros y, en su caso, a otros interesados, a que se abstengan o dejen de usar sistemas de inteligencia artificial que sean imposibles de operar en consonancia con el derecho internacional o que supongan riesgos indebidos para el disfrute de los derechos humanos, en especial de quienes se encuentran en situaciones vulnerables. Todo ello teniendo en cuenta que los derechos de las personas también deben estar protegidos en Internet, también durante el ciclo vital de los sistemas de IA.
Por ello, resuelve promover sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial para acelerar los progresos a fin de hacer realidad plenamente la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (LA LEY 22464/2015), contribuyendo a salvar la brecha en materia de inteligencia artificial y otras brechas digitales entre los países y dentro de ellos.
En este sentido, destaca la necesidad de sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial para promover, no obstaculizar, la transformación digital y el acceso equitativo a sus beneficios, a fin de lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones (económica, social y ambiental) y de hacer frente a otros desafíos mundiales compartidos, en particular para los países en desarrollo.
Además, alienta a los Estados Miembros e invita a múltiples interesados de todas las regiones y países, incluidos los del sector privado, las organizaciones internacionales y regionales, la sociedad civil, los medios de comunicación, los círculos académicos y las instituciones de investigación y comunidades y personas del ámbito técnico, a que, dentro de sus respectivas funciones y responsabilidades, elaboren y apoyen enfoques y marcos normativos y de gobernanza referentes a los sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial que creen un ecosistema propicio a todos los niveles.
En paralelo, exhorta a los Estados Miembros e invita a otros interesados a que adopten medidas para cooperar con los países en desarrollo y prestarles asistencia con miras a lograr un acceso inclusivo y equitativo a los beneficios de la transformación digital y a sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial.
Así mismo, alienta a los estados a que fomenten un entorno propicio para esos sistemas, promoviendo la elaboración y la aplicación de enfoques y marcos regulatorios y de gobernanza nacionales, en consonancia con sus respectivas políticas y prioridades nacionales y, en su caso, subnacionales, y con las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, a fin de apoyar la innovación y la inversión responsables e inclusivas en inteligencia artificial para el desarrollo sostenible, promoviendo al mismo tiempo sistema de IA seguros, protegidos y fiables.
Importancia de los datos
La resolución reconoce igualmente que los datos son fundamentales para el desarrollo y el funcionamiento de los sistemas de IA, por lo que pone de relieve que la gobernanza justa, inclusiva, responsable y eficaz de los datos, la mejora de la generación de datos, la accesibilidad y la infraestructura y la utilización de bienes públicos digitales son esenciales para aprovechar el potencial de los sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial para el desarrollo sostenible.
En consecuencia, insta a los Estados Miembros a que compartan mejores prácticas en materia de gobernanza de los datos y a que promuevan la cooperación, la colaboración y la asistencia internacionales en materia de gobernanza de los datos a fin de lograr una mayor coherencia e interoperabilidad de los enfoques para promover, cuando sea viable, flujos transfronterizos de datos que sean fiables para los sistemas seguros, protegidos y fiables de inteligencia artificial, y hacer que su desarrollo sea más inclusivo, equitativo, eficaz y beneficioso para todos.
Gobernanza de la IA
Finalmente, la resolución reconoce además la importancia de continuar el debate sobre las novedades en el ámbito de la gobernanza de la IA a fin de que los enfoques internacionales vayan al compás de la evolución de los sistemas de IA y sus usos. Por ello, alienta a que prosigan los esfuerzos de la comunidad internacional por promover una investigación, vigilancia y análisis inclusivos que beneficien a todas las partes sobre las posibles repercusiones y aplicaciones que los sistemas de IA y el rápido cambio tecnológico pueden tener en el desarrollo de las tecnologías existentes y las nuevas y emergentes, y en la aceleración de la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y por orientar cómo elaborar, promover y aplicar salvaguardias, prácticas, normas y herramientas eficaces e interoperables a nivel internacional para los diseñadores, desarrolladores, evaluadores, implantadores y usuarios de la IA, así como para otros interesados, a fin de lograr sistemas seguros, protegidos y fiables.
Antes de la adopción, Linda Thomas-Greenfield, embajadora y representante permanente de EE.UU. ante la ONU, presentó el proyecto de resolución, expresando su su esperanza de que el "diálogo inclusivo y constructivo que ha conducido a esta resolución sirva de modelo para futuras conversaciones sobre los retos de la IA en otros ámbitos, por ejemplo, con respecto a la paz y la seguridad y el uso militar responsable de la autonomía de la IA".
Thomas-Greenfield señaló que la resolución se diseñó para ampliar el trabajo que ya están realizando las Naciones Unidas, incluida la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Consejo de Derechos Humanos.
La respresentante norteamericana destacó también la oportunidad y la responsabilidad de la comunidad internacional de "gobernar esta tecnología en lugar de dejar que nos gobierne".