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La escasez de profesores, protagonista de 2023
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La escasez de profesores, protagonista de 2023

  • 4-1-2024 | Ruben Martinez Mateo
  • Se necesitan 44 millones de profesores en todo el mundo para abordar las necesidades educativas, según la Unesco. Bajos salarios, violencia de pandillas, conflictos, estrés o falta de motivación lastran la profesión docente.
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Horario «mosaico». Así es como han apodado en Venezuela a los malabarismos que hacen los maestros para impartir el mayor número de clases repartidas entre dos o tres días a la semana. «El docente que antes iba los cinco días de la semana, cumpliendo la jornada de 40 horas, ahora solo asiste dos o tres», apuntan desde el Sindicato de Maestros de Caracas. La Federación Nacional de Padres y Representantes estima que en el 80% de los colegios venezolanos los estudiantes se ven afectados por ese horario mosaico, calificado ilegal por el gobierno, pero que se presenta como único acuerdo viable entre padres y profesores para mantener la educación de los alumnos. Como consecuencia de esta escasez docente, se estima que un niño asiste a clase en este país solo entre 8 y 9 días al mes. La escasez de profesores está motivada por los sueldos irrisorios que reciben. Unos ingresos insuficientes para poder vivir.

Si el Banco Mundial considera que 2,15 dólares es vivir por debajo del umbral de la pobreza —por debajo de 1,9 dólares es pobreza extrema—, en Venezuela, el sueldo más alto al que podía aspirar un profesor con una década de experiencia a noviembre de 2023 era de 450 bolívares (0,43 dólares diarios). En el caso de quienes tienen una experiencia inferior, el salario puede disminuir hasta los 0,31 dólares al día. Un salario que ni siquiera les permite llegar al lugar de trabajo para impartir si tienen que costearse el transporte. De esta forma, subrayan desde el sindicato docente, Venezuela lidera el ranking de profesores peor remunerados de toda América Latina, incluso por debajo de Cuba y Haití.

«Lamentablemente, cuando revisamos la historia de la profesión docente, esta no ha sido la mejor remunerada. En los últimos años, y sobre todo después de la pandemia, si bien el rol del docente ha sido más valorado por las familias, en general ha sido una de las profesiones más afectadas por la crisis», asegura Oscar Iván Rose, subdirector de la Asociación Civil Con la Escuela, fundada en 1998 por docentes venezolanos.

«Según el Sindicato de maestros de Caracas, ha abandonado hasta el 70% de los docentes en la última década»

«En Venezuela se educa con muchas limitaciones y dificultades. Los docentes deben sortear toda clase de limitaciones para concretar un día de clase. Y, a pesar de esto, hacen su mejor esfuerzo para estar presentes en las escuelas y brindar a sus estudiantes la mejor educación posible», añade Rose. Dicha asociación ha publicado recientemente un estudio donde expone que la mitad de los maestros venezolanos ha debido buscarse al menos otro trabajo para sobrevivir. Con la Escuela, expone que los docentes tienen desde uno hasta tres trabajos adicionales. Estos empleos suplementarios que realizan son variados: clases particulares, servicio técnico, costura, venta de tartas e incluso tareas de limpieza.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, los ingresos económicos de los educadores siguen siendo insuficientes, tanto que el 43,17% de los docentes encuestados manifestó que la cantidad de alimentos que pueden adquirir ahora es menor a la que podían adquirir en julio de 2022. El estudio también afirma que sólo el 12,44% de los docentes tienen entre 20 y 30 años de edad y que un 78,54% de los docentes se encuentran en el rango entre 31 y 50 años.

«Esto nos debe hacer reflexionar sobre qué pasará en los próximos años con la formación de nuestros niños, teniendo en cuenta que las aulas de la carrera de educación tienen bajísima ocupación o están vacías en algunas especialidades», comenta el profesor Rose. Desde hace varios años ha tenido lugar un descenso y se han producido cierres de algunos años de la carrera de educación en universidades e institutos técnicos, lo que ha provocado que la edad de los docentes en aula es cada vez es mayor y que no haya una generación de relevo. Según el Sindicato de maestros de Caracas, ha abandonado hasta el 70% de los docentes en la última década.

Las pandillas amedrentan a profesores en Honduras y Ecuador

«Son padres de familia que pertenecen a cosas indebidas. Me amenazaron con que me quemarían viva. Se presentaron incluso con armas»

La escasez de recursos económicos no es el único factor que amenaza la profesión docente en América Latina. Los profesores de países como Honduras o Ecuador han tenido que hacer frente al crimen organizado. Así, por ejemplo, en Honduras, más de un centenar de ellos se están ausentando los últimos meses debido a la amenaza de las estructuras criminales, más conocidas como maras o pandillas. El ministro de Educación Hondureño, Daniel Sponda, aseguró que, en algunos centros educativos, «por problemas personales, por la matrícula, tenemos algunos profesores, directores que tratan de poner disciplina y los amenazaron. Son más de un centenar los que están en esa condición. Algunos regresan y otros no».

La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) ya reveló en una investigación que las pandillas en Honduras usan a menudo las escuelas para esconder drogas y armas, obligando en muchos casos a profesores a desplazarse de forma forzada. Cerca de 270 según la oficina de la Defensoría del Pueblo de Honduras, tuvieron que huir, aunque la cifra se presume mayor porque muchos no denuncian los hechos. Tal y como se puede leer en el informe, algunos docentes «se ven obligados a pagar sobornos para ir a trabajar, desembolsando dinero cada vez que cruzan las fronteras invisibles que separan el territorio de una pandilla de la otra». «Hemos visto cómo varios de nuestros colegas han sido asesinados en el cumplimiento de su deber», apuntan desde el Comité Docente, organización que representa a los maestros hondureños.

En Ecuador esto es lo que le sucedió hace unos pocos días, el pasado 1 de diciembre, al profesor Galo Balseca, de 56 años, que enseñaba matemáticas y física, mientras regresaba en autobús a su casa al terminar las clases. Ocurrió en Guayaquil. Según revelaron los testigos, se trataba de jóvenes vestidos de uniforme. «El profesor les había llamado la atención a estos estudiantes y, en represalia posiblemente fueron quienes atentaron contra su vida», dijo a los medios el presidente de la Unión Nacional de educadores del Guayas (UNE), Hilario Beltrán, que alerta de una oleada sin precedentes de violencia contra docentes en el país ecuatoriano. «Me da miedo. Los chicos andan drogados y las pandillas no van con el ánimo de respeto. Van directamente a asesinar. Grupos de delincuentes han captado a muchos jóvenes. Los maestros ya no tenemos autoridad frente a los estudiantes», subrayó el también profesor.

La extorsión está a la orden del día en un país que puso en marcha en 2022 un «Plan de Escuelas Seguras», que busca garantizar la presencia policial en las inmediaciones de las unidades educativas para prevenir incidentes. «En el Colegio Camilo Ponce, a todos los maestros los han obligado a pagar y dar una cuota para reunir 2.000 o 3.000 dólares», señala el presidente del UNE. Es decir, si son 20 profesores en un centro, la extorsión a cambio de seguridad asciende a unos 100 dólares mensuales por docente. La de las pandillas no es la única extorsión a la que hacen frente los profesores ecuatorianos. También se producen casos de amedrentamiento por parte de los mismos alumnos, aficionados algunos de ellos a infundir terror para que los maestros abandonen o soliciten traslados. Así, por ejemplo, una profesora de Monte Sinaí registró una denuncia ante la Fiscalía recientemente. «Son padres de familia que pertenecen a cosas indebidas. Me amenazaron con que me quemarían viva. Se presentaron incluso con armas», denunció esta profesora.

Los talibanes, «un daño irreversible»

«Enfatizan la visión de los talibanes sobre los derechos islámicos de las mujeres en lugar de centrarse en las materias escolares»

Mientras tanto, las profesoras en Afganistán atraviesan un calvario que dura ya dos años, cuando los talibanes llegaron al poder. Los talibanes han prohibido a las mujeres enseñar a los niños, privándoles de sus empleos y dejando a los alumnos a menudo con maestros masculinos no cualificados como reemplazo, o a veces sin maestros. Así lo asegura la ONG Human Right Watch (HRW), que publicó a inicios de diciembre un informe titulado «Las escuelas también están fallando a los chicos», en el que revela que los alumnos, además de las estudiantes, también están sufriendo las consecuencias de la educación talibán.

«Los talibanes están causando daños irreversibles al sistema educativo afgano para niños y niñas», dijo Sahar Fetrat, investigadora asistente de derechos de la mujer en Human Rights Watch y autora del informe. «Al dañar todo el sistema escolar del país, corren el riesgo de crear una generación perdida privada de una educación de calidad», sostiene. El estudio analiza las consecuencias del despido de las maestras.

«El 90 por ciento de los maestros que enseñaban los grados 10, 11 y 12 en mi escuela eran mujeres. Después de que los talibanes llegaran al poder, fueron reemplazadas por maestros hombres. Para mi clase se asignaron cuatro nuevos maestros. Pasan más tiempo hablando sobre religión, el modo de vida del Profeta Muhammad y la victoria de los talibanes en la yihad contra Estados Unidos y Occidente, que enseñando las materias asignadas», asegura en el informe de HRW Nataq A., un joven estudiante de 12º curso en una escuela pública de Kabul. «Los maestros recién contratados tienen un comportamiento altamente agresivo hacia los estudiantes, así que el entorno escolar está lleno de miedo», añade Shafiq M., un estudiante de noveno grado en Mazar-e-Sharif en la provincia de Balkh, que se queja de que los nuevos profesores enseñan incluso las matemáticas en Pastún, un idioma que muchos alumnos no manejan.

Los alumnos consultados por HRW expresaron que los maestros recién contratados se centran principalmente en valores morales, código de vestimenta y peinados, haciendo una distinción entre los estilos occidentales y los valores islámicos. «Enfatizan la visión de los talibanes sobre los derechos islámicos de las mujeres en lugar de centrarse en las materias escolares», se puede leer en el estudio.

Pesadilla en Gaza

«Los hay quienes en Gaza siguen haciendo de tripas corazón y se resignan a abandonar a sus alumnos pese al riesgo de su actividad docente»

Los conflictos bélicos en Ucrania y la Franja de Gaza no cesan y los docentes también han pagado las consecuencias de la guerra. Muchos de los maestros ucranianos continúan impartiendo clases en refugios o a distancia, afrontando las dificultades como cortes continuos de electricidad que impiden a muchos de sus alumnos asistir a clases con normalidad. En el caso de los gazatíes, «más de 200 han muerto y más de 600 han resultado heridos» como consecuencia de los ataques aéreos de Israel tras el atentado terrorista de Hamás del pasado 7 de octubre. La cifra, proporcionada por el Ministerio de Educación de Palestina, se suma a 3.679 estudiantes muertos en Gaza por la ofensiva israelí, siempre según la información proporcionada por el ente palestino.

Asimismo, dicho ente también informó que los bombardeos israelíes también han golpeado los centros de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa, por sus siglas en inglés), afectando a 65 escuelas 278 del Gobierno. El informe además reveló que de esos centros 75 quedaron inhabilitadas por daños totales a las infraestructuras, y 268 sufrieron daños parciales.

«Siento que estoy viviendo una pesadilla, como si esto no fuera realidad. ¿Cómo llegué a vivir en una escuela, dentro de un aula? Es un lugar a donde me encantaba venir todas las mañanas a enseñar a mis alumnos y pasarlo bien enseñando», lamentó a Euronews Umm Osama Tabsh, una profesora gazatí.

Los hay quienes en Gaza siguen haciendo de tripas corazón y se resignan a abandonar a sus alumnos pese al riesgo de su actividad docente. Después de que muchas de las escuelas de Gaza hayan sido utilizadas como refugio para palestinos desplazados por la guerra o hayan sido abandonadas por estudiantes y profesores, el joven profesor de inglés palestino Tareq al-Ennabi imparte su clase al aire libre, utilizando pizarras y tizas recuperadas gracias a pequeñas donaciones. «Ayudamos a nuestros niños a aprender inglés para que puedan ser escuchados en el mundo. Intentamos en la medida de lo posible llevar alegría y felicidad a nuestros niños y ayudarles a continuar su proceso educativo, procurando que sus clases no se detengan. Como saben, las aulas se han transformado en refugios para los desplazados del al norte y a la ciudad de Gaza, por lo que ya no es posible enseñar a los estudiantes en un aula. El patio es el único espacio disponible», dijo al-Ennabi a los medios.

Se necesitan 44 millones de maestros

«África subsahariana representa casi un tercio de la escasez mundial de maestros»

Más de 31.000 profesores siguen sin volver a las aulas en Burkina Faso. Y es que una cuarta parte de las escuelas en el país tuvieron que cerrar después de un aumento de los combates entre milicias y el gobierno. El número de escuelas cerradas aumentó en este año casi un tercio, afectando a cerca de 1 millón de estudiantes. Así lo reveló un informe reciente del Consejo Noruego de Refugiados (NRC) y las agencias de las Naciones Unidas. En él se afirma que Burkina Faso representa casi la mitad de las 13.200 escuelas cerradas de África central y occidental en los últimos cuatro años.

Anika Krstic, directora del NRC para Burkina Faso dijo que las condiciones en las escuelas que habían permanecido abiertas eran pobres y que quedaban pocos maestros. «Los que se han quedado dicen que es una decisión muy personal. Sienten que es su deber seguir adelante, pero tiene un precio alto. Los disparos a veces interrumpen las clases o el recreo», aseguró Krstic.

Por otro lado, África subsahariana representa casi un tercio de la escasez mundial de maestros. La región necesita 15 millones de profesores para cumplir con el objetivo de desarrollo sostenible de garantizar educación primaria y secundaria para todos en 2030. Así lo revela el último Informe Global de Maestros, elaborado por la Unesco.

«La falta de financiación de la educación también es evidente en nuestras aulas. Muchas de nuestras escuelas tienen una proporción insostenible entre alumnos y maestros. Tan alta como un maestro para 200 alumnos. Los materiales de enseñanza son difíciles de conseguir. En estas circunstancias, atender a cada estudiante, lograr los objetivos de aprendizaje y garantizar una educación de calidad para todos es imposible, sin importar lo mucho que nos esforcemos todos los días», se lamenta Aloyo Stella Oryang, profesora de Sudán del Sur refugiada en Uganda. Oryang denuncia además el poco salario que reciben estos profesores refugiados en África. En su caso, 120 dólares mensuales que, «a menudo no se pagan a tiempo» y que «no permiten cubrir necesidades de una familia».

En el Informe Global de Maestros se afirma además que el mundo necesita 44 millones de maestros más para abordar la educación de todos los niños de aquí a 2030. Así, la institución cifra en un 9% los maestros de escuela que renunciaron a la profesión el pasado año, casi el doble de la tasa del 4,6% registrada en 2015.

Aun así, el análisis de la Unesco muestra que el déficit de profesores se redujo de los 69 millones de 2016. Sobre todo, en el sur de Asia, donde la escasez se ha reducido casi la mitad. En el estudio se revela que los problemas no solo afectan a las zonas del mundo menos desarrolladas. También los países ricos europeos o de América del Norte se ven golpeados. En este sentido, destaca que los docentes tienen que lidiar con altos niveles de estés, falta de recursos, mal liderazgo y bajos salarios.

En el informe se puede leer que el efecto de una escasez de maestros en todo el mundo es profundo, lo que lleva a aulas más pobladas, educadores sobrecargados, disparidades educativas y presión financiera en los sistemas educativos. «Es crucial entender el profundo impacto que tiene esta escasez en la calidad y el acceso a la educación», se asegura.

«Los profesores desempeñan un papel vital en nuestras sociedades, pero esta profesión se enfrenta a una gran crisis de vocaciones. Algunas regiones del mundo carecen de candidatos. Otras regiones se enfrentan a una tasa de abandono muy alta durante los primeros años de trabajo. En ambos casos, la respuesta es la misma: debemos valorar mejor, capacitar mejor y apoyar mejor a los profesores», aseguró la directora general de la Unesco, dejando claro su deseo para el 2024.

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Alvaro Rodríguez Akle |07/01/2024 15:10:42
Excelente artículo, muestra un escenario real de los contextos donde se viven situaciones en los procesos de aprendizaje que involucran a educadores con pésimas condiciones y Estdiante que sufren los efectos de gobiernos y guerras, sólo que se se pudiera presentar posibles escenarios que dignifiquen la labor docente Notificar comentario inapropiado
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