Tecnología. Herramientas. Educación Superior. Aplicaciones. Generadores. Ética. Sentido crítico.
Technology. Tools. Higher education. Applications. Generators. Ethics. Critical sense.
Dolors Reig Hernández
Psicóloga Social
Experta en Cultura digital-Innovación
El caparazón www.dreig.eu
Desde luego, la Inteligencia Artificial es un tema de moda. Tanto que de alguna forma apresuramos y sobrevaloramos su actual estado de desarrollo. Incluso algunos de sus responsables, como el propio creador de ChatGPT, siembran el miedo sobre sus consecuencias futuras en la educación, en la sociedad y, sobre todo, en la propia supervivencia de la especie. Por otro lado, otros/as alertan precisamente del ruido excesivo que se está ocasionando, vaticinando que es probable que en pocos meses ya no se hable de ello. Como casi en todo, es posible que en el punto medio se encuentre la excelencia y que estemos exponiendo los miedos que corresponden a una tecnología madura cuando estamos ante algo con unos costos, riesgos y complejidades que queda mucho por desarrollar.
En ese sentido, la evolución de la IA generativa tiene ya efectos en algunos sectores, como los más directamente vinculados al incipiente conocimiento que es capaz de generar a día de hoy.
Apocalipsis o integración de nuevo
Así, la facilidad con la que podemos hoy generar contenidos incide en el concepto de TEP que acuñamos hace ya tiempo: las tecnologías como elementos de empoderamiento y participación, cada vez más potentes. Por otro lado, las tecnofobias que dibujan un ser humano ya incapaz de escribir, generar conocimiento sin tecnologías: la IA generativa llenará la web y nuestras aulas de contenido basura, poco elaborado, copiado y pegado y nacido de la ley del mínimo esfuerzo humano. La cuestión está abierta y ya son muchas las instituciones educativas y los profesores que demandan herramientas de control, de detección del que podríamos llamar nuevo plagio, el uso de este tipo de herramientas por parte de los alumnos/as de forma fraudulenta, para resolver entregas de forma fácil y sin esfuerzo.
En la Universidad, en educación, son muchas las perspectivas que se apuntan a esta necesidad de vigilancia, pero cada vez son más las que, más allá del temor y el control, giran la mirada hacia algo mucho más interesante: la posibilidad de que todas estas herramientas nos ayudan a ser más creativos, a enseñar mejor, a que nuestros alumnos aprendan y generen nuevos contenidos de forma mucho más motivada, satisfactoria, significativa y, por tanto, eficiente en términos de adquisición de destrezas y conocimiento. Pasó con la primera ola de TIC en la enseñanza, con las redes sociales y Google poniendo a disposición de todos/as cantidades ingentes de información, conocimiento y desconocimiento y el tema se agrava ahora. Si ha cambiado el ecosistema del saber, también lo han hecho los procesos cognitivos implicados en la enseñanza y en el aprendizaje, así que toca acompañar e integrar también este nuevo desarrollo en los templos del aprendizaje que siguen siendo las aulas.
Comienzo a leer sobre el tema, profesores que plantean que la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) no es más que una nueva forma de llegar a contenidos iniciales, simples, que alivien la página en blanco al aproximarnos a cualquier temática. Si lo pensamos con calma, de hecho, no es nada demasiado distinto a consultar Google, Wikipedia u otros repositorios de contenido o conocimiento. El conocimiento más básico, el primer guión, el contenido superficial es en todo caso, y ahora que los generadores basados en IA lo sistematizan, el que pierde valor y se convierte en abundante. Hacer conscientes a los alumnos de ello, explicar y testear con ellos su uso bajo supervisión y criterio de los expertos en la materia (como los profesores), puede ser interesante y motivador en un contexto de educación actual.
Incluso en la evaluación, lugar paradigmático de control, como buena práctica, empiezan a surgir experiencias permisivas, basadas en incluso aconsejar el uso de estas herramientas en todo tipo de trabajos académicos, siempre y cuando, como rezan las normativas que se van imponiendo, se haga explícito que se están usando, mostrando con capturas de pantalla o similares el resultado inicial y el proceso de búsqueda de la información finalmente procesada o creada. Una buena práctica, por ejemplo, sería aliarnos con los chats de IA, solicitar al estudiantado que lo usen para responder a cuestiones del aula, que valore la aportación de la herramienta, que identifique los puntos débiles de lo obtenido y que complemente de forma adecuada la respuesta que la IA ha proporcionado.
«Si ha cambiado el ecosistema del saber, también lo han hecho los procesos cognitivos implicados en la enseñanza y en el aprendizaje»
El enfoque de la Universidad Oberta de Catalunya
Como universidad a distancia, lugar desde donde es algo más complicado ejercer la tarea de evaluar —comprobar la adecuada adquisición de conocimiento por parte del estudiante—, la UOC está especialmente preocupada por el tema. También lo está, y quizás en mayor medida, como universidad puntera en tecnologías cuyo ecosistema actual es Internet, ya no por el miedo a la nueva evolución sino mirando en positivo y constructivo a lo que con ella se puede llegar a hacer en las aulas de educación superior.
En este sentido, una serie de artículos del eLearning Innovation Center (en adelante eLinC) analiza a fondo el tema, aconsejando el uso de las principales herramientas de la IA generativa en educación superior. Seguimos, en esta universidad como en otras para las que he trabajado en el tema, una serie de directrices por parte de organismos internacionales como la UNESCO, también partidarias de integrar su uso, a pesar de que se avisa de que las autoridades europeas y locales de protección de datos no recomiendan el uso de ChatGPT y otras IA generativas hasta que no se aclare el contexto jurídico de esta tecnología.
«Se aconseja la integración de la IA generativa sobre todo como herramienta de productividad para profesores y alumnos, con limitaciones en algunos tipos de actividades y pruebas de evaluación»
En general, se aconseja la integración de la IA generativa sobre todo como herramienta de productividad para profesores y alumnos, con limitaciones en algunos tipos de actividades y pruebas de evaluación. Robert Clarisó y Toni Pérez (2023), por ejemplo, defienden un enfoque prohibitivo en el caso del logro del objetivo principal de las actividades de evaluación: si el estudiante está haciendo un curso de iniciación a la programación, no es aceptable que use GitHub Copilot (herramienta que devuelve el código que se solicita). Del mismo modo, si está realizando cursos de habilidades de comunicación escrita tampoco es adecuado el uso de ChatGPT, herramienta de IA generativa bastante desarrollada ya en cuanto a síntesis, reformulación, comunicación en general de datos. En el resto de los casos, el tono es integrador siempre y cuando se reconozca el uso: en el caso de que el estudiante use alguna herramienta de IA generativa tiene que citarse correctamente en la entrega de las prácticas que suelen guiar el proceso de evaluación en la Universidad, del mismo modo que se citan otros recursos externos que hayan sido empleados para resolver la actividad.
Eso en cuanto a evaluación, pero hablamos de herramientas potentes, que pueden potenciar y acelerar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Así, el tema es mucho más interesante en cuanto al acompañamiento en el uso de herramientas recomendadas para alumnos y profesorado como las que se listan también desde el Elinc (2023). Extraemos las principales:
- • Asistentes de escritura y búsqueda como el chat de Bing, ChatGPT en sus distintas versiones, TutorAI, Perplexity AI y Google Bard, que con sus distintas peculiaridades pueden servir a profesorado y alumnado para planificar las clases, encontrar ideas para actividades y proyectos con los estudiantes, detectar el contenido más relevante sobre temas específicos a la hora de elaborar un trabajo o superar el síndrome de la hoja en blanco. En el caso de los profesores, tenéis en la bibliografía (Gómez Cardosa, D. y García Brustenga, G., 2023) una interesante guía de «prompts» para generar contenidos educativos como programas, contenidos, exámenes, rúbricas, ejemplos, glosarios y muchos recursos más.
- • Herramientas de gestión de textos que facilitan cosas como la interrogación y resumen de documentos, artículos y libros: ChatPDF, Explainpaper, Humata, ChatDOC y Talk to Books pueden ser aconsejables en este sentido y como simples herramientas de productividad.
- • Aplicaciones que ofrecen mejoras también en el tema accesibilidad para personas con dificultades auditivas o que no hablan el idioma en el que está grabado determinado vídeo, podcast, etc.: herramientas de transcripción de audio como Whisper, Happy Scribe y Dictation.io o las de video, que lo convierten en texto escrito, como: Happy Scribe y Glasp, resultan muy útiles en este sentido.
- • Brainstorming de imágenes a partir de texto, tema que puede añadir riqueza a nuestros contenidos, contribuyendo a que las lecciones sean más visuales y atractivas para el estudiantado de las generaciones actuales: Craiyon, Midjourney, DALL•E, Stable Difussion, Fotor y Adobe Firefly son buenas opciones en este sentido.
- • Generadores de video a partir de texto con Runway, AIStudios, DeepBrain AI y Synthesia.
- • También podemos hacer más ricas y dinámicas las clases magistrales o presentaciones online, yendo más allá de los power point tradicionales con herramientas para generación de presentaciones como Magiclides, Tome, Slides AI, GPT for Slides y MotionIt AI.
Volviendo a la evaluación o a la preocupación por la correcta adquisición de conocimiento por parte del estudiante, en la UOC podemos preparar una serie de misivas o mensajes que pueden fijarse en el tablón de anuncios o incluir en cada PEC (nomenclatura de las actividades que desarrollan los estudiantes y que sirven como fundamento de evaluación en la UOC). Así, de nuevo desde el Elinc, Clarisó y Pérez (2023) aconsejan en otra interesante infografía las siguientes buenas prácticas en este tipo de mensajes:
- • Apelar a la ética de los estudiantes, a su integridad académica y a su propio prestigio.
- • Recordarles que están comprometidos con la normativa académica.
- • Recordarles que, según el plan docente, en caso de que no quede clara la autoría de una prueba, se permite pedir aclaraciones de forma oral.
Es posible, sin embargo, que los estudiantes sigan intentando «hacer trampa». En este sentido, textos excesivamente locuaces o incoherencia entre los tonos comunicativos utilizados por los alumnos en distintas comunicaciones pueden hacernos dudar. Es el momento entonces de utilizar las nuevas herramientas antiplagio, como Smodin y OpenAi API Key, que seguro que se integrarán pronto en nuestras plataformas de formación y que sirven para indicar la probabilidad de que determinado texto haya sido plagiado.
Se trata de probabilidades, pero en ningún caso tendremos la seguridad de que no se nos está engañando con determinada entrega. Así, nada parece que pueda sustituir al contacto y el criterio humanos, que aconsejan hablar con el estudiante para validar la autoría de una prueba en caso de dudas. Enviar mensajes al alumno para pedir aclaraciones o más información sobre las respuestas entregadas, así como solicitarle una explicación del proceso lógico que ha seguido para elaborar la prueba o una parte de la tarea que demuestre que ha trabajado, son buenas prácticas docentes recomendadas por la UOC en época de IA generativa.
«Textos excesivamente locuaces o incoherencia entre los tonos comunicativos utilizados por los alumnos en distintas comunicaciones pueden hacernos dudar»
También podemos optar por subir el nivel. Este tipo de herramientas son útiles, como decíamos, en el caso de actividades simples, de primeras aproximaciones a los temas, pero no si se busca mayor profundidad.
El formato de algunos materiales o actividades también puede hacer más difícil la utilización de IA generativa, como se refleja en la infografía que elaboran desde la UOC y que nos propone planificar evaluaciones en los siguientes formatos (Elinc, Uoc2thefuture, 2023):
- • Infografías: aunque el estudiantado recurra a la IA para construir la respuesta, deberá ser capaz de entender los conceptos, sintetizar los contenidos, generar un hilo conductor que los relacione, crear los recursos gráficos adecuados, etc., resultando complicado realizar muchas de estas cosas con las actuales aplicaciones de IA.
- • Cuestionarios: este tipo de pruebas de evaluación son muy útiles a la hora conocer el dominio de los contenidos teóricos del estudiantado. Los cuestionarios de los LMS (Sistemas de Gestión del Aprendizaje) ofrecen opciones de aleatoriedad para evitar poder ser falseados.
- • Portafolios: los portafolios potencian la reflexión y la visión crítica del estudiantado sobre el propio proceso de trabajo. Con esta herramienta pueden explicarnos por qué han tomado determinadas decisiones y cómo han abordado y solucionado los problemas que han surgido, o pueden valorar el resultado del trabajo, incorporando en todo ello los posibles usos de las herramientas y aplicaciones de IA.
- • Coevaluación: la coevaluación entre iguales es una dinámica que se puede incorporar en diferentes momentos del proceso de trabajo, incluyendo valoraciones y reflexiones cualitativas que queden recogidas en el entregable final. Los debates que efectuamos a menudo en la UOC intentan integrar esto.
- • Pruebas orales: este tipo de pruebas enriquecen el proceso de evaluación y promueven la personalización. Pueden plantearse diferentes tipos como, por ejemplo, vídeos de presentación, debates en vídeo sobre temas de la asignatura o incluso entrevistas-exámenes síncronos.
- • Pruebas síncronas: las pruebas síncronas, además de simular los «streaming» hoy habituales en los Social Media, mejoran la evaluación del estudiantado y pueden ajustarse tanto al ritmo de la asignatura como al número de estudiantes. En este sentido, facilitan la realización de actividades colaborativas y prácticas, como simulaciones o role-play.
«Los elementos que debe contener un buen «prompt» para la IA pueden variar según el sistema de IA utilizado y el tipo de tarea que se desee realizar»
Volviendo a las posibilidades, creo que hay tres aspectos, tres de los cambios en los ecosistemas de conocimiento de los que hablábamos, que nos indicarían interesantes dinámicas a seguir en el aula, educando de verdad con herramientas de inteligencia artificial generativa. Existe una interesante tabla de la UNESCO en este sentido (Sabzalieva y Valentini, 2023) que me permito ampliar aquí con los usos que veo más viables en mi práctica como profesora de la Universidad:
- • Lo importante es la pregunta. Oponente socrático: la IA actúa como oponente para desarrollar ideas y argumentos. Los estudiantes pueden introducir mensajes en ChatGPT siguiendo la estructura de una conversación o debate. Los profesores pueden pedirles a los estudiantes que utilicen ChatGPT para preparar los debates. ¿Qué responderías si fueras Barack Obama, la Celestina, Platón, Marie Curie a la pregunta, contextualizada en el trabajo en el aula, que te planteo? La aplicación que simula conversaciones con personajes históricos, Hello History, es un buen recurso en este sentido, que conjuga el poder de una buena pregunta con la innovación tecnológica que suponen estas nuevas «calculadoras de contenido».
- • En un sentido similar, se incorpora a los currículos de cualquier asignatura la habilidad esencial para dominar la IA: preparar buenos prompts. Incluso se habla de que, con la llegada de los modelos de lenguaje impulsados por IA, cuando lo importante, como decíamos, es la pregunta, convertirnos todos, alumnos y profesores, en ingenieros de «prompts». Saber preguntar es la clave de las profesiones del futuro, la competencia esencial de la nueva alfabetización digital. Veamos el tema con un poco más de profundidad: un «prompt» es una instrucción o tema de discusión que un usuario proporciona para que el modelo de IA de ChatGPT, o cualquier otro «bot», responda. Puede ser una pregunta, declaración o cualquier otro estímulo destinado a despertar la creatividad, la reflexión, la crítica, el resumen o lo que deseemos que la máquina elabore para nosotros.
Los elementos que debe contener un buen «prompt» para la IA pueden variar según el sistema de IA utilizado y el tipo de tarea que se desee realizar, pero siguen, en general, criterios de claridad, relevancia y especificidad.
Otro buen ejercicio sería, por último, trabajar el sentido crítico analizando en las aulas los problemas de la IA generativa actual. Trabajar nuestras materias con los chatbots y analizar de forma crítica los resultados que nos proporcionan, puede ser una tarea o una forma de evaluar lo que los estudiantes conocen sobre determinado ámbito de conocimiento tremendamente actual, útil e interesante.
Para saber más
- • Clarisó, R. y Pérez, T. (2023): «Cómo explicar a los estudiantes el uso que pueden hacer de las IA». #UOC2TheFuture, https://uoc2thefuture.uoc.edu/es/recursos-conozco/com-explicar-a-estudiantes-uso-que-pueden-hacer-de-las-ia/. Accedido el 20 de octubre de 2023.
- • Gómez Cardosa, D. y García Brustenga, G. (2023): «¿Cómo preguntar a la IA? Prompts de utilidad para el profesorado para utilizar IA generativa». #UOC2TheFuture, https://uoc2thefuture.uoc.edu/es/recursos-conozco/como-preguntar-a-la-ia-prompts-dutilidad-para-el-profesorado-para-utilizar-ia-generativa/. Accedido 20 de octubre de 2023.
- • ELINC /Elearning Innovation Center (2023): «10 Metodologías y actividades para evaluar y aprender con la IA generativa.» #UOC2TheFuture, https://uoc2thefuture.uoc.edu/es/recursos-conozco/10-metodologias-y-actividades-para-evaluar-y-aprender-con-la-ia-generativa-en-el-aula/. Accedido 20 de octubre de 2023.
- • ELINC /Elearning Innovation Center (2023): «Herramientas útiles para el personal docente(IA generativas)». #UOC2TheFuture, https://uoc2thefuture.uoc.edu/es/recursos-conozco/herramientas-utiles-para-el-personal-docenteia-generativas/. Accedido 20 de octubre de 2023.
- • Sabzalieva, E, Valentini, A. ChatGPT e inteligencia artificial en la educación superior: Guía de inicio rápido». UNESCO; 2023. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000385146_spa Accedido 20 de octubre de 2023.