Carlos B Fernández. Según el profesor Richard Susskind, autor de libros como El abogado del mañana o Tribunales on line y la Justicia del futuro, 2023 ha sido el año en el que ha presenciado los avances tecnológicos más notables en el sector legal en los últimos cuarenta años.
Y de ello extrae tres conclusiones clave que ha publicado recientemente en el blog Orange Rag de Legal Insider.
La primera es que, por primera vez, la tecnología se ha convertido en una preocupación para los órganos directivos de los despachos y las empresas, no como una cuestión operativa, sino estratégica.
Tal como explica, aunque anteriormente este tema ya había sido objeto de debate en esos órganos de gobierno, la llegada de la IA generativa significa, en su opinión, que estamos viendo el desarrollo de sistemas que se harán cargo del trabajo de los abogados. Un aspecto que ha pasado de ser un problema operativo administrativo a algo que afectará al futuro de los servicios legales”.
La segunda conclusión de 2023, dice Susskind, es que se está subestimando por el sector el papel que va a jugar en el mismo la IA generativa. En este sentido, advierte de que aunque todavía estamos en un momento incipiente en el desarrollo de esta tecnología, se aprecia un enorme nivel de actividad e interés tanto en la explotación como en la evolución de esta tecnología.
El tercer punto, que según Susskind es el más importante, es que si bien la mayoría de los abogados se han centrado en cómo la IA afecta a su productividad, hay preguntas más existenciales y de más largo plazo que responder al respecto.
La verdadera clave, en su opinión, es cómo la IA empoderará a los no expertos para que hagan el trabajo de los expertos. En este sentido, advierte, podemos ver que
el nuevo y más duro competidor de una firma de abogados es un cliente con tecnología de inteligencia artificial.
Y añade que "si la tecnología evoluciona como espero, permitirá a las organizaciones hacer mucho trabajo por sí mismas, por lo que gran parte del trabajo que realizan los bufetes de abogados se realizará internamente".
Así, mientras muchos despachos de abogados se debaten entre la necesidad de transformarse y la medida y el momento en que esto debe ocurrir, Susskind indica que “Mientras tanto, está surgiendo una industria que está tratando de hacer precisamente eso". No se trata, en su opinión, de algo que va a ocurrir en los próximos 18 meses por razones culturales, comerciales y regulatorias, "pero puedo ver claramente hacia el final de la década el surgimiento de nuevos competidores”.
"Será una colección de avances que tendrán un impacto enorme", afirmó. “Pero lo que sí insisto es que a medida que lleguemos al final de la década, el panorama legal será muy diferente en términos de cómo las personas buscan ayuda. La IA es una forma para que las personas obtengan acceso a ayuda que no tienen ahora”.
Es decir, en su opinión, los despachos se enfrentan al dilema del innovador: “los bufetes de abogados podrían decir que no van a cambiar hasta que sea necesario, pero cuando lo necesiten, ya será demasiado tarde”.