El contexto geopolítico en el que funcionan las infraestructuras críticas es muy volátil y no solo a la vista de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, el aumento de los ataques híbridos y el sabotaje de los gasoductos Nord Stream. Los ciudadanos, las empresas y las autoridades de la UE dependen de las infraestructuras críticas en razón de los servicios esenciales que prestan las entidades que las gestionan. Estos servicios son cruciales para el mantenimiento de funciones sociales vitales y deben prestarse sin obstáculos en el mercado interior.
La UE ya ha adoptado una serie de medidas para mejorar la protección de las infraestructuras críticas a fin de evitar o paliar los efectos de las perturbaciones en los servicios esenciales. Inmediatamente después del sabotaje de los gasoductos Nord Stream, la Comisión propuso una Recomendación del Consejo para acelerar las labores de protección de las infraestructuras críticas, en la que se abogaba por mejorar la coordinación en la respuesta a incidentes y crisis mediante un Plan Rector de Infraestructuras Críticas. Además, el Grupo de Trabajo UE-OTAN sobre la resiliencia de las infraestructuras críticas, puesto en marcha en marzo de 2023, presentó el 29 de junio un informe de evaluación final en el que se analizaban los problemas actuales en materia de seguridad y se formulaban recomendaciones concretas para reforzar la resiliencia de las infraestructuras críticas.
La propuesta presentada se basa en esas medidas y, además, complementa los instrumentos de crisis existentes a escala de la UE. También sirve de complemento al plan rector existente en el ámbito de la ciberseguridad y el Protocolo de la UE para la lucha contra las amenazas híbridas.
Ámbito de aplicación y objetivo del Plan rector de infraestructuras críticas
Con el fin de garantizar un enfoque específico, proporcionado y eficaz, el Plan rector establece una hoja de ruta con medidas que pueden aplicarse cuando los Estados miembros se enfrenten a incidentes importantes que afecten a infraestructuras críticas.
El Plan tiene por objeto alcanzar tres objetivos principales en respuesta a un incidente importante que afecte a infraestructuras críticas:
- Mejorar el conocimiento común de la situación, mediante una mejor comprensión del incidente importante para las infraestructuras críticas en los Estados miembros, su origen y sus posibles consecuencias para todas las partes interesadas clave desde el punto de vista operativo y estratégico o político.
- Garantizar una comunicación pública coordinada para reducir al mínimo las diferencias en los mensajes transmitidos al público tras un incidente importante que haya afectado a infraestructuras críticas. Una comunicación pública clara también es importante para luchar contra la desinformación.
- Dar una respuesta eficaz reforzando la reacción de los Estados miembros y la cooperación entre estos y con las instituciones, órganos, oficinas y agencias pertinentes de la Unión mitigará los efectos de un incidente importante para las infraestructuras críticas y facilitará el rápido restablecimiento de los servicios esenciales.
El Plan rector puede ser de aplicación cuando:
i) el incidente tenga un efecto perturbador importante para o en seis o más Estados miembros;
ii) el incidente tenga un efecto perturbador importante en dos o más Estados miembros, y sea necesaria una coordinación estratégica oportuna en la respuesta a escala de la Unión, debido a la amplitud del incidente y a su impacto significativo de relevancia técnica o política.
Para responder a un incidente importante que afecte a infraestructuras críticas, el Plan rector establece varias medidas que pueden adoptarse a escala de la UE, por ejemplo, asistencia a los Estados miembros afectados mediante el intercambio de información, la organización de reuniones de expertos, la preparación de informes de conocimiento de la situación y la coordinación de las líneas de comunicación pública y de la respuesta. La respuesta coordinada también podrá abarcar una asistencia técnica de otros Estados miembros o de las instituciones, órganos y organismos pertinentes de la UE, si así lo solicitan los Estados miembros afectados, y la activación de los mecanismos de coordinación de crisis de la UE y el empleo de los instrumentos de la UE.
Están previstos puntos de contacto para asuntos relacionados con el Plan rector de infraestructuras críticas para todas las partes interesadas. Los Estados miembros afectados por el incidente importante que afecte a infraestructuras críticas comunicarán a la Presidencia rotatoria del Consejo y a la Comisión la información pertinente sobre el incidente. La Recomendación prevé que los Estados miembros, el Consejo, la Comisión y, en su caso, el SEAE y los órganos, oficinas y agencias pertinentes de la UE apliquen el Plan rector sin demora cada vez que se produzca un incidente grave que afecte a infraestructuras críticas.
Próximas etapas
Esta propuesta se debatirá en el Consejo.
Contexto
La UE dispone de un marco jurídico y político en materia de protección de las infraestructuras críticas desde hace casi quince años. Este marco se actualizó mediante la Directiva relativa a la resiliencia de las entidades críticas (Directiva REC), que entró en vigor en enero de 2023. Teniendo en cuenta la situación actual desde el punto de vista de la seguridad, se adoptó el 8 de diciembre de 2022, previa propuesta de la Comisión, una Recomendación del Consejo sobre un enfoque coordinado en toda la Unión para reforzar la resiliencia de las infraestructuras críticas. La Comisión hizo hincapié en esa Recomendación, entre otras cosas, en la necesidad de velar a escala de la Unión por una respuesta coordinada y eficaz a los peligros actuales y futuros que acechan a la prestación de servicios esenciales. También invitó a la Comisión a elaborar «un plan rector sobre una respuesta coordinada a las perturbaciones importantes de infraestructuras críticas con una importancia transfronteriza significativa».
El 25 de julio de 2023, la Comisión adoptó un Reglamento Delegado por el que se establece una lista de servicios esenciales en esos sectores. Sobre la base de esta lista, los Estados miembros deben llevar a cabo evaluaciones de riesgos y, a continuación, determinar sus entidades críticas.