Carlos B Fernández. El pasado 28 de agosto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Compentencia (CNMC) hizo público un informe sobre el proyecto de Real Decreto que establece un entorno controlado de pruebas para el ensayo del cumplimiento de la propuesta de Reglamento europeo de inteligencia artificial.
En líneas generales, el informe, de fecha 25 de julio de este año y referencia IPN/CNMC/020/23, emitido a solicitud del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, valora positivamente esta iniciativa, por cuanto considera que persigue unos “objetivos reconocibles de interés público: por un lado, facilitan experiencias innovadoras en los operadores económicos con indudables beneficios para los consumidores; por otro, permiten una evaluación precisa de la adecuación del marco regulatorio a los principios de buena regulación aplicables”.
Con todo, advierte también de que existen ciertas cuestiones de especial relevancia desde la óptica de competencia, “que deben ser garantizadas, como que no se produzcan ventajas competitivas injustificadas a favor de los participantes; que el acceso de los operadores se produzca en condiciones objetivas y no discriminatorias o que, sin perjuicio de que coexistan intereses privados de los propios operadores, permanezcan inalterables y preferentes los objetivos de interés público perseguidos con la actuación”. Para ello, incorpora al final del informe una serie de recomendaciones en este sentido.
Objetivo del sandbox de IA
El motivo del informe es que, mientras la tramitación de la propuesta de Reglamento europeo sigue su curso en el proceso legislativo, el Gobierno español se ha propuesto aprobar un Real Decreto que establece un entorno controlado de pruebas “para el ensayo del cumplimiento de la propuesta de reglamento”.
El objetivo de ese futuro Real Decreto es crear un entorno controlado de pruebas donde se pongan en práctica de forma anticipada los requisitos legales contenidos en la propuesta de Reglamento europeo sobre IA.
Es decir, “por un lado, promover que las empresas puedan ir adaptándose ya a los requisitos normativos que se prevé serán aprobados y entrarán en vigor en un futuro próximo, a la vez que pueden desarrollar ya sus proyectos de IA bajo la nueva normativa. Por otro, permitir a las autoridades competentes españolas ensayar la aplicación y supervisión de estos requisitos normativos a los proyectos que voluntariamente se presenten, de forma que pueden aprovecharse de un proceso de aprendizaje previo a la entrada en vigor definitiva de estos requisitos”.
El resultado o producto tangible de este entorno controlado de pruebas serían una serie de guías prácticas donde se explique cómo debe aplicarse, en concreto, la normativa del Reglamento europeo, que se pondrán a disposición pública para que todo operador del mercado pueda acceder a las mismas en igualdad de condiciones y extraer las lecciones oportunas, de cara a la aplicación general del Reglamento europeo.
Un entorno de pruebas sui géneris
La CNMC señala que no es la primera vez que se ha pronunciado sobre la creación de diferentes entornos controlados de pruebas (o “bancos de pruebas regulatorios” o “sandboxes”, en inglés), pues ya lo ha hecho anteriormente en relación con otros sectores, como el sector financiero, el eléctrico, el industrial, el de las empresas emergentes o el de la movilidad sostenible.
Sin embargo, añade, a diferencia de esos entornos regulatorios de prueba que la CNMC ha tenido ocasión de analizar, el objetivo del Proyecto de Real Decreto regulador del sandbox sobre IA no se ajusta a los objetivos que tradicionalmente ha perseguido el legislador en esos supuestos, por cuanto no se trata tanto de ayudar a las autoridades públicas españolas a elaborar una normativa, por cuanto la normativa vendrá “dada” desde la Unión Europea, una vez se apruebe, y en concreto en forma de Reglamento Europeo (de aplicación directa, por tanto, y sin acto normativo de transposición o desarrollo por parte de los Estados miembros).
Ni tampoco se trata de un espacio de derogación o exención normativa, por cuanto el efecto de participar en el entorno de pruebas es precisamente el contrario, esto es, someterse a una serie de requisitos legales que todavía no están en vigor.
Por ello, concluye, que “se puede considerar, en consecuencia, que el PRD concibe un entorno de pruebas sui generis, cuyo objetivo es anticipar temporalmente, en beneficio de los proveedores, usuarios y autoridades supervisoras, una serie de requisitos que se prevé que entrarán en vigor próximamente, de forma que todos ellos puedan comenzar un proceso de aprendizaje mutuo sobre cómo aplicar los nuevos requisitos regulatorios”.
Consideraciones generales
La CNMC reconoce que los entornos o bancos de pruebas regulatorios facilitan a las autoridades públicas la reevaluación y revisión permanentes de la regulación vigente y permiten analizar y anticipar los problemas que pueden presentarse en una actividad antes de tomar la decisión de intervenir, en su caso, en un determinado mercado.
Por ello, en líneas generales, estas iniciativas se pueden valorar positivamente por cuanto persiguen objetivos reconocibles de interés público: por un lado, facilitan experiencias innovadoras en los operadores económicos con indudables beneficios para los consumidores; por otro, permiten una evaluación precisa de la adecuación del marco regulatorio a los principios de buena regulación aplicables.
Pero advierte que ello es así sin perjuicio de que “existen ciertas cuestiones de especial relevancia cuya evaluación final no pueda realizarse solo con el análisis de este PRD, sino con las sucesivas convocatorias que desarrollen estos entornos de prueba en un futuro, como que no se produzcan ventajas competitivas injustificadas a favor de los participantes; que el acceso se produzca en condiciones objetivas y no discriminatorias o que, sin perjuicio de que coexistan intereses privados de los propios operadores, permanezcan inalterables y preferentes los objetivos de interés público perseguidos con la actuación”.
Recomendaciones de la CNMC
Este entorno de pruebas finaliza con la entrada en vigor de la normativa europea que ahora mismo se está tramitando. Aun así, la CNMC recomienda que se busquen mecanismos para que siga vigente, siempre que encaje dentro de la regulación aprobada en la Unión Europea.
Además, la CNMC realiza las siguientes sugerencias:
- • Categorías de sistemas de inteligencia artificial. Se aconseja una mayor precisión en las definiciones, así como en los tipos de proyectos que incluye la normativa.
- • Acceso a los entornos controlados de prueba. La CNMC solicita que se replanteen los siguientes requisitos de elegibilidad, salvo que estén justificados: exigencias de residencia, ser persona jurídica, realizar una sola participación en proyectos de inteligencia artificial y no perseguir fines científicos. También se aconseja ofrecer unos criterios de selección más concretos, para fortalecer la seguridad jurídica y evitar posibles diferencias de trato entre operadores. Salvo que se justifique, hay que preservar la neutralidad competitiva y no ofrecer preferencias en función de la naturaleza de los operadores.
- • Evitar flujos injustificados de información. La existencia de estos entornos controlados de prueba no exime ni deroga las normativas nacional y europea de defensa de la competencia, a las cuales están sujetos todos los operadores participantes.